Son muchos los títulos que acompañan y forman parte de la gran colección bibliográfica del Centro Cultural Padre Carlos Guillermo Plaza. Relatando historias de todos los estratos y ámbitos, estos ofrecen mil mundos que explorar, permitiéndole al lector adentrarse en la historia y ser parte de ella. En algunos casos, se pueden ver expresados relatos históricos impulsados con algo de fantasía.

Es el caso de “Almas Muertas”, obra escrita por Nikolái Gógol y publicada en el año de 1842. En las palabras de su autor, este libro fue escrito como un poema épico en prosa. Sin duda alguna, guarda algunas similitudes con el famoso “Quijote”, ya que su protagonista “Chíchikov” junto con su cochero y en compañía de un sirviente de confianza, emprenden un viaje por los territorios de la vasta Rusia.

La peculiaridad que se presenta en la travesía de estos hombres es que, en cada ciudad o aldea que visitan, se establecen con la intención de comprar almas, almas muertas. A lo largo de todo el libro, se puede apreciar una dura crítica a la situación y a la crisis social que Rusia estaba padeciendo luego de la guerra de 1812. La apreciación que Gógol expone se hace principalmente desde la sátira hilarante, ofreciendo más que problemas, soluciones.

La historia de Pável Ivánovich Chíchikov se centra en ser un lúgubre y misterioso hombre que llega un día a la ciudad para emprender un desconcertante trabajo. Entablando relaciones con los hombres más influyentes del lugar, les hace una particular oferta: comprarles sus campesinos ya fallecidos para evitarles el pago de sus impuestos a la administración. Con distintas reacciones, la pregunta se mantiene: ¿Para qué necesita Chíchikov esas almas muertas?

Esta obra revela la importancia y el vasto conocimiento del alma humana. Su autor, gran admirador de Cervantes, logró sintetizar con una modernidad apremiante dos vertientes, la realista y la simbolista. El estilo es un lirismo suave y hay una defensa de la lengua rusa llevándola a una universalidad que permite su conexión con el entorno. De esta manera, ha mantenido su vigencia hasta días presentes.

Esta espléndida obra puede ser hallada en el Centro Cultural Padre Carlos Guillermo Plaza bajo el número de cota PG3334.E7A5, en la sala Padre Barnola s.j, piso 3.