Se presenta en el Centro Cultural de la UCAB

“2+2=5: Insomnia Digital” de Luis Moros

El Centro Cultural de la Universidad Católica Andrés Bello rinde homenaje al destacado periodista Luis Moros. Desde el pasado 02 de junio de 2018, se está presentando en la Sala Sofía Imber del Centro Cultural Padre Carlos Guillermo Plaza de la UCAB, la exposición Insomnia Digital.

Según Humberto Valdivieso, curador de la muestra digital, el trabajo de Luis Moros “parece seguir una premisa de la poética de Antonin Artaud: el pensamiento deviene del “desmoronamiento central”. En sus obras colapsan los sistemas de poder y emerge una sensibilidad ambigua, compleja, por momentos brutal; esencialmente estética. Le obsesionó lo efímero de los significados atribuidos a los objetos y sistemas de signos, y lo permanente de la interpretación. Cada imagen hecha por este artista es una constancia de la fragilidad humana, una observación silenciosa de los procesos donde el sentido de las palabras y las imágenes es elaborado, y sufrido”.

Bajo la producción general de Suzanne Noujaim y museografía de Agustín Villasana, cerca de 35 piezas se muestran en 2+2=5 Insomnia Digital. Moros, artista, semiólogo, periodista, docente entregado a la investigación nos deja en esta presentación una serie de fotografías, páginas y objetos intervenidos en procesos digitales acompañados de rastros de pintura y escritura.

“Lo importante no son los átomos o los bytes sino las relaciones complejas donde coinciden: su andar a través de subterráneos, jaulas, fantasmas y escenas de video juegos. Él convierte la transgresión en una vía para exhibir realidades alternativas y poéticas, atrapadas a medio camino entre lo visible y lo invisible. Para estimular el colapso de lo establecido en la sociedad y la historia, en las leyes y los hábitos, y en lo aparentemente definido por las disquisiciones de la razón”, señala Valdivieso en la presentación de la obra de Moros.

Por su parte, Lorena Parma Rojas, curadora filosófica de la exposición dice lo siguiente:  “en la obra estremecedora de Luis Moros, donde el cuerpo es relativo, el texto está en soledad, o no sabemos de lo que es capaz la noche, como se titulan algunas imágenes, tal vez sea inevitable recordar unas igualmente afiebradas palabras de Van Gogh, en las que confiesa: no veo otro camino que el de luchar con la naturaleza todo el tiempo que sea preciso para que ella me confíe su secreto. Luis Moros luchó con la naturaleza profunda de sí mismo, que es la naturaleza común a todos, el tiempo que le fue necesario para recibir la voz del secreto. Del ‹‹1 al 9›› encontró la vida, en el ciclo circular del tiempo que siempre coincide consigo mismo. Coincidiendo, así, a través de sus imágenes poderosas y reveladoras, lo que Parménides nos legó en un fragmento:no importa por donde empiece, siempre llegaré al mismo lugar”.  

La invitación es a observar y detenerse para echar un vistazo en el espacio Sofía Imber del Centro Cultural UCAB. Esta excelente iniciativa de Suzanne Noujaim, sin duda, nos ha permitido  adentrarnos en la vida de un “operador creativo, también un Minotauro electrónico encerrado en la soledad de su insomnio digital”, concluye Valdivieso.