El ejercicio plasmado en Ver la lectura (2006), permitió un reencuentro 18 años después con una nueva edición expositiva. Los protagonistas de los diseños gráficos que conceptualizaban los clásicos de la literatura regresaron y vieron en una sala, lo que antes estuvo circulando masivamente por las calles de Venezuela.

Así es como Volver a ver la lectura se convierte en una “invitación a redescubrir la lectura, y a transformarla en algo tangible, perceptual y personal…” ¿Cómo? A través de ejercicios de diseño que promocionan el arte y la lectura.

¡Sí! Al menos 10 grupos de participantes tuvieron la oportunidad de ponerse en los zapatos de un diseñador y llevar la lectura a lo inimaginable. ¿Quieres saber cómo fue esta experiencia? ¡Acompáñame!

¿Cómo se logra ver la lectura?

Ver la lectura es un proceso que no se limita a la decodificación de símbolos o a la comprensión literal del texto. Es una dinámica compleja que implica la interacción del lector con el mundo, donde se entrelazan la percepción, la interpretación, la imaginación, la emoción y la experiencia personal.

Ahora bien, llevar esta definición a un plano práctico con niños de entre 8 y 11 años, no es una tarea sencilla. Sin embargo, se logró con más de 120 participantes en este trimestre.

De la lectura al arte gráfico: una estrategia pedagógica

La experiencia con Volver a ver la lectura, permitió que los más pequeños valoraran la función de un diseñador gráfico, identificaran el trabajo de este profesional en nuestro entorno, y se apropiaran del discurso escrito para llevarlo, desde su creatividad, a una representación visual.  

¡Sí! Los niños y niñas invitados estuvieron encargados de convertir un clásico de la literatura en una imagen que, a primera vista, lograra que el espectador captara esa relación. ¡Un compromiso! Por supuesto, la inspiración de estos niños estuvo encabezada por la muestra expositiva y los clásicos seleccionados para las sesiones:

  •         El principito de Antoine de Saint-Exupéry
  •         Coraline de Neil Gaiman
  •         El monstruo de Frankenstein de Mary Shelly
  •         Charlie y la fábrica de chocolate de Roald Dahl
  •         Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll
  •         Las aventuras de Pinocho de Carlo Collodi

Los niños trabajaron los diseños a partir de sus conocimientos sobre la historia seleccionada y de extractos específicos de cada uno de los libros. ¿Su sorpresa? Los diseños debían ser monocromáticos. ¡Si! Debía trabajar con un solo color, y en este caso, con pintura. 

Sin duda, esta dinámica demuestra la eficacia de combinar el arte gráfico con la literatura infantil para fomentar el hábito lector. Estrategia pedagógica que no solo estimula la creatividad, sino que también profundiza la comprensión de los textos.

Al transformar la lectura en una experiencia visual y personal, se logra un vínculo más emocional con los libros, incentivando a los niños a explorar nuevos títulos y a desarrollar un gusto por la lectura desde temprana edad.

Para pequeños y grandes

“Volver a ver la lectura” no sólo fue dirigida a los más pequeños ¡No! También fueron protagonistas de esta actividad los colaboradores de la Biblioteca Central. Si, este mes de julio decidimos celebrar el Dia del Bibliotecólogo y el Archivólogo con las dinámicas y estrategias que se aplican día a día en la promoción de la lectura.

En esta oportunidad, los clásicos seleccionados son best sellers mundiales, 2 de ellos de nuestro país:

  • Cuando quiero llorar, no lloro
  • Pobre negro
  • Crónica de una muerte anunciada
  • Cementerio de mascotas
  • Trópico de cáncer
  • El arca de Schindler

La actividad estuvo llena de creatividad, diversión y reflexiones en torno a los contenidos de los libros trabajados. 

Volver a ver la lectura es una iniciativa que demuestra cómo el arte y el diseño pueden ser poderosas herramientas para fomentar el amor por los libros en niños y adultos. Al combinar la creatividad visual con la literatura, esta experiencia única no solo promueve la lectura, sino que también desarrolla habilidades como la interpretación, la imaginación y el pensamiento crítico. 

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Texto e imágenes: Evelyn Guerrero Mass