Argenis Torres nació en Coro estado Falcón en el año 1963. Desde niño descubrió su pasión por los libros, y eso lo condujo a ser muy cuidadoso y meticuloso en el tratamiento de los mismos; con los años fue descubriendo el gran valor que tienen en su conservación, y decidió dedicarse a este oficio.  De allí que haya optado por una beca para estudiar en España, donde se graduó de técnico superior en conservación y restauración de obras de arte sobre papel.

Estando en Venezuela, inicia su carrera como restaurador de papel y en todo este tiempo ha hecho trabajos de gran envergadura en diferentes universidades, entre ellas, la Universidad Francisco de Miranda, la Universidad Metropolitana y la Universidad Católica Andrés Bello.

Con mucha pasión, Argenis Torres nos refiere que la entrega a su trabajo parte de una consigna, la cual hace suya en todo momento: “¿El libro te da todo, pero tú ¿qué le das al libro?”. Su vida profesional ha transcurrido entre la Universidad Francisco de Miranda, lugar donde permaneció durante 11 años a cargo del Archivo Histórico, y los 23 años que estuvo en el Centro de Conservación de la Biblioteca Nacional, donde llegó a obtener el cargo de jefe encargado de división.

El proyecto que Torres considera como el más importante de su carrera fue la oportunidad que tuvo de integrar el equipo que trabajaría en la restauración del libro del Acta de la Independencia de Venezuela. Sus colegas fueron los encargados de la restauración y él de la encuadernación del libro más importante del país.

También nos comparte en esta entrevista el trabajo que mayor curiosidad le ha causado: “resultó ser un mapa de Agustín Codazzi, el cual media 2 mts x 2mts. Sin embargo, no se encontraba completo, constaba de 6 partes. El caso fue  que debíamos elaborar una piscina de polietileno de burbuja, colocar el material y  quitar la tela dañada para luego volver a laminar. Ejercer todo ese procedimiento para un lavado óptimo de la obra, constituyó todo un reto.”

“Luego de ese acondicionamiento que se le hizo al mapa, se tuvo que levantar un soporte en Cartón Atlante para su montura. Esta obra fue llevada a la Dirección de Cartografía, ubicada en el Complejo Militar de Fuerte Tiuna en Caracas, donde permanece hasta el día de hoy”, puntualiza Torres.

En la actualidad Argenis Torres, ofrece sus servicios de conservación tanto a personas particulares como a grandes empresas y universidades. También imparte talleres sobre el cuidado del papel, restauración, encuadernación y el micro film o fotografía en papel.

Cabe destacar que recientemente  realizó en el Centro Cultural UCAB un impecable trabajo, que consistió en la  preservación, fumigación y limpieza al seco y al vapor de 1.600 obras pertenecientes a la colección antigua de la biblioteca.

“Debemos ser celosos y crear un sentido de pertenencia cuando se trata de nuestros libros”, dice Torres. Por otra parte, nos ofrece una serie de datos interesantes para el cuidado máximo tanto del papel como la fotografía. Por ejemplo, el papel debe mantenerse a una temperatura de entre 18 y 22 grados, con una humedad de entre 45 y 55´C, mientras que el acetato (fotografías, películas) debe permanecer más frio y seco para su conservación. 

Es importante recordar que los principales enemigos del papel son la temperatura, los insectos y el hongo, y que estos se contrarrestan,  sobre todo los insectos, mediante un proceso de fumigación con base a nitrógeno.

Para concluir, Torres considera que hay papel para rato y que no va a desaparecer, “mientras se sigan cambiando los formatos de almacenamiento y el papel continúe siendo el mismo, el papel no desaparecerá porque sin archivo no podría existir la historia”.