La formación académica universitaria, a través del servicio comunitario, tiene como objetivo aproximar al estudiante a su rol futuro como profesional inmerso en un contexto fuera de las aulas.
El contacto con la comunidad es fundamental para la formación del estudiante universitario quien tiene la oportunidad de acercarse a las dinámicas que posibilitan comprender cómo se producen cambios, forman identidades y se generan progresos en la sociedad, desde una escala un tanto más micro.
Filosofía, Letras y Comunicación Social ¡Por ahora!
Como estudiante de la Escuela de Filosofía de la UCAB, tuve la oportunidad de cumplir mis horas de servicio comunitario en la Biblioteca Central. Si la filosofía -del griego φιλοσοφία- se traduce como “amor a la sabiduría”, para un filósofo en formación, el espacio de la biblioteca- entendido desde un punto de vista estrictamente etimológico- como el recinto donde se almacenan y organizan libros, resulta un lugar ideal para la realización de numerosas actividades relacionadas a procesos del saber.
La Biblioteca de la UCAB, desarrolla un programa de múltiples actividades enfocadas en proporcionar espacios de intercambio, aprendizaje, formación y recreación, no solo para la comunidad ucabista, sino también, para las comunidades cercanas, e incluso, la biblioteca es parte fundamental de eventos –como la Feria del libro del Oeste- que intervienen y modifican las dinámicas de toda la ciudad.
En mi servicio comunitario (junto a estudiantes de Letras y Comunicación Social), tuve la oportunidad de participar en diversas actividades muy diferentes entre sí. Por ejemplo, en el marco del programa de promoción de la lectura participé en sesiones de escritura y lectura dirigidas a estudiantes de las comunidades próximas a la UCAB.
También, asistí y participé en la logística de actividades didácticas, informativas y lúdicas organizadas en torno a fechas significativas como el día de la alimentación o el día Internacional contra el cambio climático. Además, colaboré en la realización de actividades formativas en torno a la literatura, como el taller de Haiku, en su edición presencial y virtual, y el taller de microrrelatos.
Arte y filosofía. Una experiencia enriquecedora
Me gustaría compartir en esta nota dos de las actividades más satisfactorias de esta experiencia, pienso que aportaron mucho a mi formación profesional y que guiaran mis futuras prácticas: la primera fue una serie de tres encuentros enfocados en el arte, la biblioteca y la curaduría; la segunda fue la creación de un espacio de encuentro para temas filosóficos que tuve la oportunidad de conceptualizar y producir desde cero.
- Ecosistemas de una exposición de arte. Esta fue la primera charla en la que participe, al lado de los artistas Adriana Barrios y Sabas Martell. La conversación abordó todo aquello necesario para la producción de una exposición de arte. Revisamos aspectos que van desde la diversidad de los procesos creativos de los artistas, pasando por los espacios expositivos (sus características y fines específicos), la labor curatorial, el montaje y la museografía, hasta los procesos de registro y almacenamiento de las obras. Uno de los puntos importantes de este encuentro fue el análisis de la importancia de las obras de arte como parte del acervo cultural de una nación, su papel en la memoria colectiva y su función esencial capaz de generar procesos de sensibilización, pensamiento, reflexión, disfrute y juego en los espectadores.
- Lo bibliodocumental como una obra de arte. Este segundo encuentro- en el marco de la Feria del libro del Oeste- fue el taller teórico práctico. Al lado del artista Sabas Martell, el grupo de asistentes tuvo la oportunidad de conocer los diferentes recursos –además de libros- que alberga una biblioteca (folletos, postales, catálogos, periódicos, etc.) y sobre todo como este material ha sido empleado a lo largo de la historia del arte como un recurso para la producción de obras de arte.
- El texto curatorial como prólogo filosófico. Este ultimo encuentro consistió en la presentación asistentes información sobre el desarrollo, uso, tipos y funciones de este tipo de textos creados especialmente para acompañar exhibiciones de arte. Durante esta actividad los participantes visitaron los espacios expositivos del centro cultural, para seguidamente realizar un ejercicio de escritura.
La segunda actividad que considero sumamente valiosa fue la creación de un espacio para la discusión de temas filosóficos que llamé “Fuego filosófico”, allí nos encontramos alumnos y personas interesadas en la reflexión filosófica para pensar y dialogar juntos sobre la ética y el papel del filósofo en la contemporaneidad partiendo de las enseñanzas de Sócrates en el dialogo platónico “Apología de Sócrates”.
Ese encuentro fue realizado con el apoyo de la Escuela de Filosofía, una experiencia de aprendizaje en cuanto a la organización y producción de eventos, además el grupo de asistentes amablemente intercambió puntos de vista sobre la ética en nuestros días.
Más allá de los procesos…
La Biblioteca Central de la UCAB me ofreció la oportunidad de conocer un poco más los complejos procesos que tienen lugar en ella (que van mucho más allá de almacenar libros y publicaciones). Aprendí también sobre la forma en que la biblioteca contribuye con las comunidades cercanas en los procesos educativos y sociales.
Y finalmente, pude practicar formas para compartir e intercambiar conocimientos desde mi área de estudio. Durante toda esta experiencia, siempre conté con el respaldo y acompañamiento de todo el equipo de la Biblioteca quienes cordialmente guiaron cada experiencia.
Como artista visual y futura filósofa el servicio comunitario fue parte importante de mi proceso formativo al mostrarme la responsabilidad y el deber que tengo como miembro de una sociedad para contribuir a su bienestar y progreso.
Texto: Rosario Lezama- Servicio comunitario Escuela de Filosofía/ Imágenes: Jéssica Borges